Reseña - Sensé
- Realyvásquez
- 5 abr 2021
- 4 Min. de lectura
¡Hey! ¿Cómo están? Hoy les traigo la reseña de mi octava lectura, y la verdad es que fue algo bastante diferente a lo que estoy acostumbrado. Sí, sé que suelo decir eso, pero la verdad es que este año ha sido de libros bastante innovadores en mi librero.

AUTOR: Federico Reyes Heroles. TÍTULO: Sensé AÑO: 2018. EDITORIAL: Alfaguara. PÁGINAS: 160. SINOPSIS:
La vida del abogado Luciano Talbek rebosa de éxito profesional y de gris monotonía hasta la tarde en que asiste a una galería de arte dedicada a promover artistas noveles y allí conoce a Sensé. Sensual, hermosa, Sensé es también cambiante: de una cita a otra, Luciano verá mutar el color de su cabello, de sus ojos, de su piel, como si en ella se despertara cada día una mujer sin edad, de distinta belleza y de idéntico misterio. ¿Quién es Sensé? No hay una sola respuesta. O sí, pero quizás para descubrirla sea necesario apostar el alma. En sus encuentros con Luciano habrá gozo, pero también el tormento infernal de los celos, pues a ella le complace jugar con el deseo. Como su inasible protagonista, esta novela propone un encuentro. Quien acuda a la cita difícilmente podrá olvidarla.
Ahora, Sensé… Estoy un poco en conflicto, no lo voy a negar. La historia es justamente esa que pueden leer en la sinopsis. Sin embargo, el libro no fue para nada lo que yo esperaba. Me he topado con una relativa desilusión, #sorrynotsorry, pero es que pensé que iba a ser algo más interesante. Comencemos por el principio: Sensé nos muestra la historia de Luciano, un abogado cuya vida se ha vuelto aburrida y gris, hasta que conoce a Sensé en una galería de arte. A partir de ahí comienzan una relación un tanto bizarra que se basa en encuentros esporádicos y escapes de la ciudad, una relación donde no existe el contacto físico, donde no hay besos ni sexo. Solo deseo: porque a Luciano le gusta desearla y a Sensé le gusta ser deseada, y eso al principio funciona. Así pues, el personaje de Sensé me ha parecido una joya de personaje. Se construye de una forma sutil, desde la mirada de Luciano quien es el narrador de la historia y de los encuentros con la camaleónica hembra. Es una mujer dueña de sí, de su cuerpo, de sus decisiones, a quien no le gusta que quieran dominarla o ejercer ningún acto de control o posesión sobre ella. Es ella quien dirige los encuentros con su amante y es ella, intangible, quien gobierna la mente de quienes la disfrutan. Todo lo que gira en torno a ella es perfecto: sus descripciones, su comportamiento, sus transformaciones, las jugadas en las citas con Luciano, los efectos en este y sus amigos artistas. Incluso el final, en lo que a ella concierne, me ha parecido buenísimo. En cambio, con el resto de personajes, principalmente con Luciano, siento que me he quedado un poco a la espera. No sé si es porque sus escenas en solitario eran más meditabundas que las escenas con Sensé, donde la descripción era más fluida, pero la verdad es que yo lo he sentido un poquito sin chiste. Eso sí, que sí ha existido un cambio en el personaje, pues este hace una pirueta en una montaña rusa, terminando tan gris como al principio, o puede que incluso más. Respecto a la estructura de la novela: los capítulos son cortos, la letra es grande y los márgenes amplios. Personalmente me parece un despilfarro de papel, aunque si lo hubieran hecho en letra mediana probablemente habría tenido menos de cien páginas, sin contar que algunos de los capítulos se componen únicamente de un párrafo. Mal ahí, Alfaguara. Además de eso, puedo añadir que el estilo del autor no me terminó de convencer. El uso excesivo de comas y la poca presencia de párrafos me pareció que entorpecían la lectura; incluso tenía que releer en algunas partes porque de pronto llegaba un diálogo y no sabía cómo interpretarlo. Porque ajá, los diálogos no están marcados con guiones como lo hace la gente normal, no, están señalados entre comas como si fuera parte de la misma prosa del libro. Eso me ha molestado bastante, porque en serio que el autor no parece conocer otro signo de puntuación que no sean las comas. Lo último que puedo comentar respecto a esta obra es que el trasfondo que tiene es bastante interesante: cómo una persona se engancha con otra, y a pesar de no querer caer en sentimientos de posesión, de una forma u otra, uno hace acciones que terminar por convencernos de que realmente esa persona que nos tiene obsesionados ya es nuestra, cuando la realidad es muy diferente. Y al final, son esas acciones las que provocan el distanciamiento entre las dos partes. Sensé es, pues, una entrega interesante en varios aspectos. Sí tiene un buen trasfondo y la protagonista se roba el libro, pero el estilo del autor y lo repetitiva que se vuelve la historia en ocasiones hacen que no quiera volver a leerlo.
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