Reseña - Yo, Robot.
- Realyvásquez
- 22 feb 2021
- 5 Min. de lectura
¡Hey! Hola, sé que he estado ausente peeeeeero, ya aquí traigo la reseña del libro que leí antes de San Valentín. Debo comenzar a decir que he leído pocos clásicos en mi corta vida lectora, entre ellos se encuentran Frankenstein y Cumbres Borrascosas, entre otros que se me puedan estar escapando. Es la primera vez que leo un clásico escrito por un hombre, y sobre todo uno tan importante como lo es Isaac Asimov.

AUTOR: Isaac Asimov.
TÍTULO: Yo, Robot (I, Robot en el original).
AÑO: 1950.
EDITORIAL: Planeta.
PÁGINAS: 375.
SINOPSIS:
Publicada por primera vez en 1950, cuando la electrónica digital estaba en su infancia, Yo, robot resultó visionaria. Su influencia, de hecho, fue enorme, y no sólo en toda la ciencia ficción posterior, sino también en la propia ciencia de la robótica. Aquí formuló Asimov por primera vez las tres leyes fundamentales de la robótica, de las que se valdría para plantear interrogantes que se adentran en el campo de la ética y de la psicología: ¿qué diferencia hay entre un robot inteligente y un ser humano?, ¿puede el creador de un robot predecir su comportamiento?, y ¿debe la lógica determinar lo que es mejor para la humanidad?
A través de una serie de historias conectadas entre sí por el personaje de la robopsicóloga Susan Calvin, en las que aparecen todo tipo de máquinas inteligentes –robots que leen el pensamiento, robots que se vuelven locos, robots con sentido del humor o robots políticos–, Asimov inventa unos robots cada vez más perfectos, que llegan a convertirse en un desafío para sus creadores.
Con todo, Yo, robot es uno de los pocos títulos de ciencia ficción que han superado con amplitud el círculo de lectores especialmente aficionados, entre los que a menudo se considera una obra cumbre.
¿Cómo terminé con este libro en mis manos? Me lo regaló mi mamá en la navidad del 2019 junto con la primera reseña del blog, El Secreto de Vesalio. Poco más de un año después, finalmente me he dado la tarea de leerlo y la verdad es que me llevé varias sorpresas. Siento que el libro (y aquí va a entrar mi lado docente) podría dar para un ensayo en una clase de literatura si se pide de forma correcta.
Y es que Yo, Robot es todo un suceso. Para entender este punto, hay que tener en cuenta varias cuestiones: el libro tiene más de setenta años que se publicó, por lo que la época era muy diferente a la actual, así como el lenguaje y el pensamiento que predominaba en la sociedad de aquel entonces. Ahora, situados en una época donde los mayores inventos tecnológicos fueron la computadora, el transistor y la bomba atómica, es decir, donde la Segunda Guerra Mundial seguía aún bastante latente, la idea de que alguien publicara un libro relacionado con robots haciendo de las suyas parecía bastante descabellada, y es eso a lo mejor lo que ha llegado a posicionar a Asimov como uno de los principales exponentes del género de ciencia ficción.
Confieso que no tenía una idea clara de qué era lo que podía encontrarme entre las casi cuatrocientas páginas del libro. La única referencia a Yo, Robot que tenía era la película del 2003 protagonizada por Will Smith y que realmente nunca me encantó bastante como para verla por voluntad. Entonces, yo esperaba una historia lineal, con un inicio, un conflicto y un desenlace, pero al leer la sinopsis me di cuenta de que no sería así.

Yo, Robot contiene una serie de historias cortas (demasiado desarrolladas como para que las pueda considerar cuentos) que giran, precisamente, alrededor de una sociedad futurista donde estas máquinas hacen de las suyas creando conflicto entre sus creadores a causa de unas particulares características con las que cuenta cada uno de ellos. Eso sí, que el hilo conductor en todo momento son las tres leyes de la robótica. Y creo que eso es lo que le da consistencia al libro, pues al principio se presentan de forma concreta y uno piensa: OK, no es tan complejo de entender. Pero no es hasta que se presentan los problemas con estas cosas que uno se da cuenta que la solución es un poco más difícil de lo que parece. Es a través de las historias que las tres leyes fundamentales de la robótica toman forma para explicarnos distintas cuestiones. Me ha gustado mucho que en diferentes momentos los relatos toman un tinte que parece que va a acabar en algo siniestro, que los robots se van a revelar o que el problema no va a llegar a tener solución. Eso, creo, es lo que me ha mantenido en parte pegado al libro: las ganas de resolver el dilema, de querer respuestas. Porque bueno, uno va leyendo y piensa: Pues qué sencillo, que pongan a prueba la primera ley y vemos si es cierto o no. Y me ha gustado también que, en cierta forma, ponen a uno a pensar en cómo puede resolver el dilema, y la verdad es que a mí me han sorprendido varias de las opciones que me cruzaron por la cabeza. Los personajes me parecieron bastante bien construidos; las explicaciones y la cuestión científica está lo bastante desarrollada considerando que es un libro de casi un siglo de antigüedad. Los dilemas, sobre todo, me parecieron exquisitos: se presentan no como un problema que aqueja a los robots, sino que podemos leer las complicaciones que tendría para los humanos. Se entra en una cuestión de ética, de principios; se rozan las aristas del miedo y la paranoia. Otra de las cosas que más me ha gustado es cómo todo se basa en esos tres principios que, como lo menciona Asimov en el penúltimo relato, no solo conforma la esencia de cada robot que consta de un cerebro positrónico, sino que también son los tres principios que deberían regir a cualquier persona que pudiera considerarse honorable. ¿Qué me gustó? Las problemáticas abordadas, la personalidad de los personajes y que la mayoría de los diálogos son bastante fluidos. ¿Qué no me gustó? A veces el inicio de los relatos es algo lento, pero después se terminan con bastante agilidad, además de que el libro presentaba algunas erratas de edición y de que la ambientación creo que me quedó un poco a deber. No obstante, es una lectura bastante buena, y puedo comprender por qué posicionó a Asimov como uno de los másteres de la ciencia ficción. Me tentaba, al principio, mirar la película de Hoolywood, pero creo que realmente lo haría por masoquismo y para aludar más al libro, aunque, honestamente, se me antoja también verla para comparar cómo es que el guion de la película plasma la esencia de las tres leyes de la robótica planteadas por Asimov. Ustedes, lectorxs, ¿ya lo leyeron? Si pudieran diseñar un robot con una función específica, ¿cuál sería?
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